jorgerubio | fotógrafo

He dicho antes invertido... error, cambiemos a gastado. “Inversión” sería si se pudiera retornar en forma de ingresos parte del dinero destinado a la compra del equipo, pero en fotografía de naturaleza el retorno es lento si es que se produce, no compensa nunca lo gastado, salvo en algunos y contados casos de fotógrafos de naturaleza de reconocido prestigio.

Pero volvamos al tema que trata este post. Desde mi experiencia, os recomiendo que no escatiméis dinero en la compra de un trípode. Recientemente he leído un artículo de una famosa página de fotografía donde el autor contaba que había adquirido un trípode de 50 euros, posteriormente realiza otro post donde nos presenta la adquisición, de un trípode de gama profesional. Total que realiza un doble gasto.

Lo primero que tenemos que plantearnos es el tipo de fotografía que vamos a realizar: paisaje, macro, fotografía de fauna.  Si optamos por el macro o el paisaje no será necesario comprar un trípode muy robusto ya que no montaremos objetivos ni grandes ni pesados (gran angulares 17mm 24mm). Sin embargo, si nos vamos a dedicar a la fotografía de fauna necesitaremos uno más robusto ya que las distancias focales harán necesario que objetivos más grandes y pesados (500 - 600mm) requieren mayor estabilidad. Dicho lo cual como dice el refrán "burro grande ande o no ande", ¿que quiero decir con esto?, que en mi opinión es mejor adquirir uno más robusto.

Recuerdo, de esto ya hace más de 35 años, que cuando me compré mi primera cámara réflex, una Canon A1 y mi primer objetivo para fotografía de naturaleza un Tamron 200-500mm F/6.9, no había casi ninguna información sobre fotografía, entonces me compré un trípode de aluminio baratito. Al poco tiempo empecé a echar pestes por la mala calidad de las fotos que obtenía: sólo conseguía "fotos doble K"… Así que entonces no me quedo más que gastar más dinero otra vez en comprar otro, un Culman que todavía anda por el trastero y con el que las fotografías empezaban a ganar en calidad.

Ahora bien, si estamos empezando os recomiendo que hagáis una elección, no pensando en el momento, si no en el futuro, ¿vamos a adquirir objetivos de mayor rango focal?... esa pregunta nos llevará a intentar elegir un trípode que nos sirva para ahora y prácticamente para toda la vida.

Lo que tenéis que tener en cuenta es, desde mi punto de vista, que tenga tres secciones, que sea robusto y soporte un peso mínimo de unos 5kg aunque mejor 7 kg, de esta manera podremos ir cambiando de objetivos, cámaras y el trípode seguirá aguantando.

También deberéis fijaros en que las secciones más grandes estén forradas de neopreno, puede parecer una chorrada pero en pleno invierno tener que transportar el trípode con la mano si no tienen estas protecciones hacen que nuestras manos se enfríen aun llevando guantes, cosas que después nos puede perjudicar a la hora de hacer fotos.

Pues debido a que tiene que soportar un peso considerable, además deberá soportar las inclemencias del tiempo: como el aire, por lo que a mayor robustez más estabilidad y como resultado podremos disparar a menores velocidades de obturación.

Con tres secciones y que se eleve sin la columna central al metro y medio nos será suficiente.

Los trípodes con mayores secciones cuatro e incluso cinco, tienen una ventaja y es que cuando están plegados tienen un menor tamaño y eso puede traducirse en poder llevarlo plegado dentro del equipaje de mano si vamos a volar, aunque con las mayores restricciones de vuelo que hay hoy en día esto ha dejado de ser un problema al tener que llevar el trípode en la bodega del avión. Sin embargo y como os he comentado siempre desde mi punto de vista los trípodes de más secciones me dan sensación de que dan menos rigidez y flexan más.

Otro aspecto a tener en cuenta es el de las patas del trípode, que se puedan abrir hasta prácticamente 90ª con respecto a la posición de plegado, eso nos permitirá utilizar nuestro trípode prácticamente a ras del suelo, lo que para fotografía macro y de fauna nos dará unos puntos de vista muy bajos.

Difícil decisión a tomar, pero no tan difícil si nos movemos por una cuestión meramente crematística, si es así, lo tenemos fácil un buen trípode de aluminio nos saldrá mucho más económico que uno de carbono.

Sí que lo es... pues no hay duda de que el carbono nos ayudará a cargar con menos peso a costa de pagar un precio más elevado.

Los trípodes de carbono son algo más delicados que los de aluminio y fuertes golpes pueden dar lugar al descascarillamiento de la fibra de carbono lo que puede implicar problemas a la larga de rigidez.

Es interesante que la columna central del trípode se pueda elevar e incluso extraer o que se pueda poner horizontal, al ser móvil posibilita elevar la cámara hasta unos treinta o cuarenta cm más lo que es interesante para cuando estamos realizando fotografía de vuelos de aves, nos permite estar disparando sin tener que estar encorvados. Si la columna es central se puede poner horizontal, nos facilitara posiciones de la cámara del mayor número de formas posibles, que en fotografía macro e incluso en fotografía de monumentos o arquitectura nos vendrá de perlas.

Si es de una marca reconocida nos puede durar muchos años, yo llevo utilizando el mismo trípode cerca de una veinte de años o quizás algo más, evidentemente no está como nuevo, tiene sus golpes y arañazos, pero sigue estando a pleno rendimiento, eso sí he tenido que ir ajustando y apretando tornillos de vez en cuando. 

Desde que tenemos internet, podemos acceder a productos "chinos" a precios de saldo, y ojo con ellos ya que la calidad por lo general no suele ser buena, aunque también es cierto que éstos últimos años los productos fabricados en china están ganando en calidad, yo por experiencia de gente conocida que ha comprado estos productos a la larga no tienen la calidad suficiente y han tenido que comprar nuevos trípodes, por lo que lo mejor es optar por marcas  de reconocido prestigio.

Todo esto está pero que muy bien diréis algunos de vosotros, pero cuanta pasta tengo que gastarme para tener un trípode en condiciones, pues volviendo al principio yo os recomiendo que no escatiméis dinero en esta herramienta, es mejor hacer un gasto una sola vez que dos o tres veces, al final estaremos ahorrando dinero.

Trípodes hay muchos, muy buenos, buenos, malos y muy malos, aunque no me gusta dar nombres de marcas, en esta ocasión me voy a mojar: Manfrotto, Gitzo, Benro...

¿Qué rotula montar?  

Este sería otro punto para un próximo artículo, ya que si trípodes hay muchos, rótulas digamos que hay para dar y tomar:  Rotulas de bola, de tres ejes, gimbals, especiales de vídeo.

Para finalizar os comentaré que yo utilizo un trípode Swarovski similar al Manfrotto 190 Pro (En realidad es un trípode fabricado por Manfrotto) que utilizaba con el telescopio y como rótula utilizo una Manfrotto 501 de vídeo, es pesada pero funciona muy bien y estoy muy contento con ella.

Como último consejo y antes de comprarlo deberías de ir a verlo a alguna tienda física para comprobar lo que hemos visto o leído sobre trípodes, una vez visto y decidido diremos aquello “busca, compara y si lo encuentras más barato, cómpralo” 

Espero que os sirva de ayuda.